SALUD Y SEGURIDAD
Cómo ayudar a un niño a superar la timidez: consejos para padres preocupados
¿A tu hijo le cuesta hacer amigos con otros niños o se esconde detrás de ti cuando conoce a gente desconocida? La timidez en los niños no es un trastorno, sino simplemente un aspecto de su carácter, y no debe causar mucha preocupación.
Los psicólogos no asocian el malestar psicológico con la timidez en los niños, y no es algo que afecte a su funcionamiento social. Sólo hace falta un poco de paciencia y un poco de ayuda, y en la mayoría de los casos todo saldrá bien.
En cualquier caso, para aliviar sus preocupaciones, puede resultarle útil saber más, y también leer algunos consejos sobre cómo ayudar a su hijo a relacionarse con los demás.
Cómo ayudar a un niño a superar la timidez: consejos para padres preocupados
¿Le cuesta a su hijo hacer amigos con otros niños o se esconde detrás de usted cuando conoce a gente desconocida? La timidez en los niños no es un trastorno, sino simplemente un aspecto de su carácter, y no debe causar mucha preocupación. Los psicólogos no asocian malestar psicológico con la timidez en los niños, y no es algo que comprometa su funcionamiento social. Sólo hace falta un poco de paciencia y un poco de ayuda, y en la mayoría de los casos todo saldrá bien. En cualquier caso, para aliviar sus preocupaciones, puede resultarle útil saber más, y también leer algunos consejos sobre cómo ayudar a su hijo a relacionarse con los demás.
La timidez no es un trastorno, no la tratemos como tal
Los psicólogos suelen ser muy claros al respecto: la timidez no es una patología ni un trastorno, y no debe tratarse como tal. De hecho, ser tímido no es más que un aspecto del carácter de cada uno, puede estar más presente o no, pero a la larga no conlleva problemas en el funcionamiento social y suele desaparecer al crecer.
Distinción entre timidez y mutismo selectivo
Si la timidez es una cosa, el mutismo selectivo es muy diferente. Es normal que su hijo tenga algunas dificultades para relacionarse con los demás, pero todo tiene un límite. El problema que hay que vigilar se plantea cuando el niño es un charlatán extrovertido en casa, pero se paraliza y se calla cuando se relaciona con extraños, compañeros de clase o de juego. Se trata de un verdadero trastorno, en el que las palabras quedan literalmente bloqueadas por la ansiedad. Otro signo que hay que vigilar es la timidez repentina. Si el niño siempre ha sido extrovertido y, de repente, empieza a encerrarse en sí mismo y a callarse, los padres deben intervenir para entender el origen del problema.
El primer paso para los padres es aceptar este aspecto del carácter
Si quieres ayudar a tu hijo a superar su timidez social, el primer paso es aceptar y reconocer que es así. Dejar de verlo como un problema patológico es el segundo paso, centrándose en los muchos otros aspectos positivos de su carácter y desarrollándolos.
Los niños reaccionan bien cuando se les tranquiliza
La tranquilidad y la paciencia suelen ser un arma ganadora. Hay que hacer entender al niño que no está obligado ni forzado a hacer nada que no quiera (al menos en esta situación). Por ejemplo, si está en una fiesta de cumpleaños, intenta explicarle que no tiene por qué ir a jugar con los demás niños hasta que se sienta preparado para hacerlo.
Evitar una actividad aumenta el miedo a la propia actividad
En el caso de los niños tímidos, que tienen muchos problemas para relacionarse con los demás, es muy importante no aislarlos y seguir exponiéndolos a momentos sociales protegidos y controlados. Si un niño es tímido y, por lo tanto, desea evitar la interacción con los demás, no hay que consentirlo, sino exponerlo de forma tranquila y razonable a situaciones en las que deba ponerse en evidencia e intentar superar su timidez. Siempre, por supuesto, sin forzarle.
No lo etiquetes delante de los demás
Si a tu hijo le cuesta relacionarse, por ejemplo, con otros adultos o amigos, no debes disculparte por su comportamiento. Decirle algo como "perdona, es tímido" sólo le hará sentirse culpable, cuando en realidad puede que simplemente esconda una personalidad más sensible que la de los demás. Sería mejor animarle explicándole que si no le apetece saludar verbalmente, siempre puede hacerlo con un gesto o una sonrisa, o puedes animarle a que salude haciendo hincapié en que no tiene por qué hacerlo. De nuevo, la mayoría de las veces el tiempo lo arregla.
No le obligues a hacer algo que no quiere hacer
Los niños no deben convertirse en espejos de sus padres. Si usted es hablador, ellos no tienen por qué parecerse a usted, así que en este sentido no les fuerce demasiado. En lugar de eso, invítales a hablar de cómo se sienten, de sus sentimientos y de lo que les hace sentirse incómodos en determinadas situaciones. Esto también les ayudará a expresar su malestar con palabras, y así entenderlo aún mejor.
Elogiarlo aumenta la seguridad
Elogiar a tu hijo aumenta su autoestima y su capacidad de relacionarse. Por eso, no pierdas la oportunidad de hacerle saber que estás orgulloso de él y elógiale cuando encuentre fuerzas para hacer algo que nunca antes había hecho.
El deporte es bueno para la salud, pero bajo ciertas condiciones
A menudo se dice que los deportes de equipo fomentan la sociabilidad. Pues bien, si alguna vez has jugado al fútbol o al baloncesto, sabrás que no siempre es así. El ambiente de los vestuarios, sobre todo en el caso de los chicos, suele ser cruel y competitivo, donde se forman pequeños grupos dentro del equipo, así que cuidado. Lo más importante es elegir junto con el niño el deporte que va a practicar, sin imponérselo. Además, podrías asegurarle tu presencia durante los partidos, o intentar conocer a algunos de los otros niños antes de empezar la actividad.
Avanzar a pequeños pasos
Superar la timidez es, obviamente, un proceso paso a paso. Quizá a su hijo le apetezca invitar a un amigo a jugar a casa, pero sólo a uno. La próxima vez quizá llame a dos, y así sucesivamente. Son situaciones complicadas, pero no deben alarmarte; lo principal es hacerle sentir seguro y respetar su tiempo personal.
Juegos y actividades
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La primera Navidad de un niño es un momento mágico para recordar.
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Hoy en día, a los padres les resulta cada vez más difícil controlar a sus hijos, entre otras cosas debido a un mundo en constante cambio. Sin embargo, algunos consejos, aunque parezcan triviales, pueden serte útiles si te encuentras en un momento difícil en la relación con tus hijos, sobre todo si aún son pequeños.
Evidentemente, cada padre es diferente, y cada niño reacciona de una manera única a los estímulos externos, pero sin duda estas pautas le echarán una mano para establecer un discurso mejor en caso de que sea necesaria una mano más firme.